Figura 1. Las arterias (arriba) y venas (abajo) penetran en los cuerpos cavernosos y el cuerpo esponjoso, que son cavidades largas que se ubican a lo largo del pene. La erección ocurre cuando los pequeños músculos de las arterias permiten que los cuerpos cavernosos se llenen de sangre, mientras que otros músculos de las venas bloquean el drenaje de la misma.
El pene humano alcanza su estado erecto llenándose de sangre, por lo cual carece de
báculo, un hueso que se encuentra en el pene de muchas especies de mamíferos y cuya función es hacer posible la penetración en ausencia de erección. Otras características del pene humano es que no puede retirarse dentro de la ingle; además, en proporción a la masa corporal, es más largo que el promedio del reino animal.
En el desarrollo embrionario, el órgano que en el embrión de sexo masculino se convertirá en el pene es el equivalente al órgano que en el sexo femenino se convertirá en el clítoris. Y, en aquellos casos en los que se presenta alguna malformación durante dicho desarrollo, es posible que el bebé nazca en alguno de los llamados estados
intersexuales, es decir, en etapas intermedias del desarrollo del pene o del clítoris, y es por ello que algunos individuos presentan, en la edad adulta e independientemente del sexo determinado por la concentración de las hormonas en la sangre, un pene demasiado pequeño o, por el contrario, un clítoris excesivamente grande.
El pene humano está conformado por tres columnas de
tejido eréctil: dos
cuerpos cavernosos y un
cuerpo esponjoso. Los primeros se encuentran uno al lado del otro en la parte superior del pene, mientras que el último se ubica en la parte inferior.
El
glande, una zona muy sensible, constituye el final del cuerpo esponjoso y la parte más ancha del mismo. Tiene forma de cono y está recubierto por un pliegue de piel suelta, el
prepucio, que puede ser retirado hacia atrás, para dejar el glande expuesto, o puede incluso eliminarse a través de una sencilla intervención quirúrgica (la
circuncisión, muy útil en casos de
fimosis o de
parafimosis).
9 El área de la parte inferior del pene de donde se sujeta el prepucio se llama
frenillo.
La
eyaculación de
semen ocurre cuando el
varón alcanza el
orgasmo, el cual puede ser el resultado de un
coito, de una
masturbación, de una
felación o de los
sueños húmedos. Durante la eyaculación en los pequeños músculos internos del pene se producen contracciones rítmicas y que estas a su vez están acompañadas de
cosquillas al mismo tiempo que ocurren, las cuales facilitan la salida del semen con una mayor fuerza. La duración de cada contracción rítmica es de 0,6 a 0,7 segundos y que pueden ocurrir entre 10 y 15 contracciones rítmicas por cada masturbación, coito, felación o sueños húmedos. Estos últimos, también llamados emisiones o poluciones nocturnas, son eyaculaciones que se producen de manera involuntaria durante el sueño. Sin embargo, se puede dar orgasmo sin eyaculación (orgasmo seco, por ejemplo, durante el sexo tántrico, el cual permite multiorgasmos en una sola copulación) y eyaculación sin orgasmo.
Esquema del pene y demás órganos del área penial.
Ecográfica de un feto de 36 semanas mostrando un pene en erección (flecha blanca)
Se conoce como
erección al estado en el que el pene se vuelve rígido y aumenta de tamaño, debido a que su tejido interno (
cuerpos cavernosos) se llena de sangre. Las erecciones suelen ser consecuencia de la
excitación sexual, aunque también se presenta en ocasiones en las que no existe estimulación táctil ni psicológica. El mecanismo primario que hace posible una erección es la dilatación de las
arterias que suministran sangre al pene, las cuales permiten de esta manera el paso de más sangre para llenar el tejido esponjoso y
eréctil de las tres cámaras internas, causando aumento en el tamaño del pene y rigidez en el mismo.
El tejido eréctil, ya ensanchado, presiona las
venas, impidiéndoles llevarse demasiada sangre. Es mayor la cantidad de líquido que entra al pene que la que sale del mismo, hasta que se alcanza un equilibrio, en el que fluye el mismo volumen de sangre a través de las arterias dilatadas que a través de las venas comprimidas. Por ello, el tamaño definitivo en erección del pene no se alcanza sino hasta que se llega a dicho equilibrio.
La erección hace posible el
coito, pero no es indispensable para todas las actividades sexuales. El pene, ya erecto, puede apuntar (ángulo eréctil) hacia arriba, hacia abajo, paralelamente al suelo o en muchas otras direcciones (véase al respecto
la relación entre dicho ángulo y la estimulación, durante el coito, del
punto G). Estas diferencias en el ángulo eréctil dependen de la tensión del ligamento suspensor que hace que el pene erecto esté en dicha posición. El grado de rigidez del pene de cada individuo también es variable.
La falta de erección peneal (antes llamada
impotencia y actualmente denominada
disfunción eréctil) puede tener múltiples causas, que van desde lo
psicosomático, es decir, por influencia de los estados emocionales (que es la causa más frecuente) hasta enfermedades de tipo vascular o sistémicas (es decir, corporales, orgánicas, que implican un problema de salud general). Actualmente es muy común que los varones utilicen medicamentos (por ejemplo, el
Sildenafil, cuyo nombre comercial es
Viagra) para estimular vascularmente el área peneana y lograr, así, una erección satisfactoria. Aunque, al igual que cualquier otro medicamento de la farmacología, son muy comunes los efectos secundarios, sobre todo porque quienes utilizan estos medicamentos suelen hacerlo sin atender las recomendaciones de un especialista, pues se trata de un problema de salud muy delicado que, por formar parte del ámbito que es quizá el más íntimo de la vida de un individuo, no suele exponerse abiertamente en el consultorio.
También son frecuentes otros procedimientos para afrontar el problema de la disfunción eréctil. El uso de una bomba de vacío, por ejemplo, es un procedimiento físico. Pero quizá el procedimiento más inocuo, el que de hecho no provoca efecto secundario alguno y genera los mayores beneficios, es el que consiste en promover un estado de relajación mental del individuo y un cambio en sus procesos cognitivos, conductuales y emocionales: se ha demostrado que un gran porcentaje de los casos con disfunción eréctil se resuelven cuando el paciente modifica los pensamientos, los comportamientos y las emociones que ha venido manifestando durante muchos años acerca de su propia sexualidad, de su relación de pareja y de sus valores acerca de su
rol de género en la familia y en la sociedad, entre otros muchos aspectos.
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