El escroto, uno de los órganos sexuales externos del hombre, es una bolsa muscular que cuelga debajo del pene cuya función principal es contener y proteger a los testículos de los impactos físicos y los cambios de temperatura. El escroto está formado por dos compartimientos separados donde cada uno contiene un testículo y su respectivo cordón espermático, que es por donde viajan los espermatozoides después de haber sido producidos por los testículos.
El escroto es un órgano de piel suave y paredes finas, está recubierto con algo de vello y posee glándulas sudoríparas. El tono de su piel es algo más oscuro que el resto del cuerpo. Esta formado por capas de fibras musculares que se relajan y contraen de manera automática ante el ejercicio físico, los cambios de temperatura y la estimulación sexual.
Cuando hace frío o el hombre se excita sexualmente y está próximo al orgasmo, las fibras musculares del escroto se contrae acercando los testículos al cuerpo. Al suceder esto, también se contraerá la piel del escroto, lo que la hará parecer más gruesa y arrugada. Por el contrario, cuando hace calor o no hay excitación sexual, las fibras musculares se aflojan y como resultado los testículos cuelgan más alejados del cuerpo.
La temperatura de los testículos siempre debe ser ligeramente más baja que la del cuerpo. Por ello, el escroto funciona como un termostato que constantemente acerca o aleja los testículos del cuerpo, con el fin de mantener una temperatura que permita una óptima producción de los espermatozoides.
Tanto el frío como el calor en exceso afectan esta producción, por lo que el encogimiento o contracción del escroto, es una manera de proteger a los testículos de cualquier tipo de daño. De igual manera, este movimiento automático del escroto protege a los testículos de daños ocasionados por el ejercicio físico.
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